Reglas de Precedencia para los Vinos

Hay muchas formas de organizar una comida en casa, pero para que la armonía entre vino y comida sea algo relevante hay ciertas reglas básicas que seguir.

La primera dice que generalmente los blancos se sirven antes que los tintos. Sin embargo, un tinto liviano primero, como un Pinot Noir varietal y luego un Chardonnay con barrica, rompe sin problemas la regla.

La segunda habla de servir los vinos secos antes que los dulces. La excepción clásica es el foie gras acompañado de vinos de cosecha tardía que se sirven de entrada.

La tercera regla básica dice que los vinos jóvenes vienen antes que los vinos envejecidos, los de inferior calidad antes que los de mayor calidad. El orden siempre debe ir in crescendo.

Consideremos que una comida tipo abarca cuatro tiempos: aperitivo, entrada, plato de fondo y postre. Se puede simplificar la situación sirviendo, por ejemplo, el mismo vino del aperitivo con la entrada. Una botella generalmente sirve 6 a 7 copas.

Siguiendo este modelo, elegimos para el aperitivo una variedad de canapés de mariscos, quesos frescos y ostras, todo lo que se acompaña muy bien con un Sauvignon Blanc aromático, seco y del año.

Pensando en este vino las posibilidades para la entrada son un cebiche, machas a la parmesana o una bruschetta de tomate, aceite de oliva, ajo y albahaca.

Para el plato de fondo, un solomillo de cerdo acompañado de un sofrito de champiñones y un puré de papas cremoso y picante al merquéis. Esto lo acompañamos con un vino tinto no convencional pero no por ello menos apropiado, como podría ser un magnífico Syrah reserva con notas especiadas, cálido, carnoso, inolvidable.

Para hacer del servicio del vino principal todo un evento, sugiero decantarlo y mantener la botella y el decantador en la mesa para identificar el vino que se está sirviendo.

Para el postre es probable que la mayoría de los invitados prefiera seguir con el vino tinto, pero si tiene una tartaleta de frutas, alguna torta o cualquier postre dulce es el momento ideal para servir un vino de cosecha tardía. Por la viscosidad y dulzor de este vino una botella de 375 cc alcanza perfectamente para 4 copas.